SOLIDARIDAD Y APOYO MUTUO

"...advertimos a la clase patronal que ellos nos han colocado en la calle y en ese terreno estamos dispuestos a afrontar las consecuencias que de esta torpe actitud se derive, todo menos que nuestra actitud de trabajadores honrados y conscientes sea vilmente atropellada." (Comité de Huelga. Huelga General de Zaragoza, 1.934)

lunes, 25 de junio de 2012

FERROVIARIOS EN LUCHA.





MANIFIESTO 23-J.-


EL FERROCARRIL ES DE TODOS Y TODAS ¡¡¡NO A LA PRIVATIZACIÓN!!!

“Me han contado que en Ohio,
a comienzos del siglo,
vivía en Bidwell una mujer,
Mary McCoy, viuda de un guardavía
llamado Mike McCoy, en plena miseria.
Pero cada noche,
desde los trenes ensordecedores de la Wheeling Railroad,
los guardafrenos arrojaban un trozo de carbón
por encima de la tapia del huerto de patatas
gritando al pasar con voz ronca:
"¡Para Mike!"
Y cada noche, cuando el trozo de carbón para Mike
golpeaba en la pared posterior de la chabola,
la vieja se levantaba, se ponía,
soñolienta, la falda, y guardaba el trozo de carbón,
regalo de los guardafrenos a Mike, muerto
pero no olvidado”
Bertolt Brecht. ‘Carbón para Mike’.

     Buenos días compañeros y compañeras,
     Bertolt Brecht, poeta alemán del siglo XX, escribió este poema en homenaje a la
solidaridad ferroviaria. Una solidaridad histórica que ha sido vuestra bandera desde las
primeras generaciones. Y por eso hoy me siento un ferroviario más. Por vuestros valores,
por lo que defendéis, por el servicio que ofrecéis a la sociedad.
     Antes de continuar, quiero agradecer a todos los sindicatos convocantes la invitación a
participar en una jornada tan importante para vosotros. Quiero también saludar a los compañeros que venís prácticamente de todos los rincones del país: desde Galicia hasta Andalucía, pasando por Murcia, Euskadi, Castilla y León, La Rioja, Cataluña, Extremadura, Asturias, Cantabria, Aragón, País Valenciano, Navarra, Castilla La Mancha y también Madrid, que hoy se ha convertido en el punto de encuentro de los ferroviarios y ferroviarias.
     Protestas como la de hoy se han convertido, en los últimos tiempos, en la única vía que
podemos y debemos recorrer para cambiar las cosas. Lamentarse y ver cómo todo cae a
nuestro alrededor pensando que algún día, por arte de magia, todo volverá a ser como
antes, es un gravísimo error. La situación económica y social que nos ha tocado vivir nos
ha dejado prácticamente sin margen de maniobra.
     Pero el poco que tenemos, compañeras y compañeros, debemos exprimirlo. Hasta las
últimas consecuencias. Es duro, muy duro, aguantar la presión en estos tiempos, pero
tenemos que hacerlo.
     De hecho ya lo hacemos. Porque se lo debemos a las generaciones anteriores que se
dejaron la piel por alcanzar una sociedad democrática, con valores sociales y servicios
públicos de calidad que hemos heredado. Se lo debemos también a los que vienen,
porque el futuro pinta negro y también tienen derecho a una buena herencia. Por eso no
podemos abandonar el barco, no ahora. Es el momento de remar con más fuerza que
nunca.
     Sé que todos estáis convencidos de ello, y por eso estáis aquí hoy. Creéis en que otra
manera de hacer las cosas es posible, creéis en un futuro mejor para vuestros hijos,
creéis en vuestro trabajo, creéis en lo que hacéis.
     Hoy estamos reivindicando el carácter público de nuestro ferrocarril. Público, según la
RAE, es lo perteneciente o relativo a todo el pueblo, que parece que algunos no lo
quieren entender.
     Hoy estáis demostrando al Gobierno y a los ciudadanos que los ferroviarios y las
ferroviarias NO vais a quedaros de brazos cruzados ante los recortes y agresiones
que ya se están produciendo en empresas de vuestro ámbito, como las Contratas
Ferroviarias, los Servicios de Restauración a bordo o los Servicios Auxiliares. Porque
están en juego vuestros empleos, vuestras familias, el servicio que cada día prestáis a
la sociedad, la movilidad de los ciudadanos, su seguridad y la cohesión social.
     Tenemos que ser capaces de darle a este conflicto visibilidad en las calles y eco en los
medios de comunicación, porque para los gobiernos aquellos problemas que no se ven,
simplemente no existen. Los ciudadanos y ciudadanas deben ser conscientes de que,
en caso de privatización, ellos serán los principales afectados. El problema es de todos,
y por eso tenemos la obligación y responsabilidad de informar del mismo a la opinión
pública y advertir de los inconvenientes que, a nivel social, supondría una privatización.
El reto es enorme, pero estáis preparados para dar una respuesta firme y contundente,
porque creéis en vuestro trabajo y tenéis la convicción de que un servicio público no
puede medirse en términos de rentabilidad, algo que desgraciadamente ya está ocurriendo con indicadores básicos del progreso de una sociedad, como la Sanidad y la
Educación.
     Lo único que nos queda, compañeros y compañeras, es aquello que no podrán
arrebatarnos por mucho que aprieten y por muchos recortes que nos impongan. Lo
único que nos queda es no dar nuestro brazo a torcer, seguir luchando
solidariamente, protestando y rebelándonos contra la injusticia social y la farsa en la
que ya se está convirtiendo esta crisis. Una crisis que sí, debe llevarnos a racionalizar el
gasto mediante una gestión y administración responsable, pero NUNCA a costa de
medidas, unas improvisadas y otras irresponsables, basadas en la reducción de salarios,
calidad y nivel de empleo.
     No podemos consentir que sigan escudándose en la crisis para continuar atropellando las
condiciones no solo de los trabajadores, sino de la sociedad en general, que es a quien
lleváis décadas prestando un servicio eficiente y de calidad. Precisamente la
degradación de este servicio es lo que parecen pretender, con el único fin de
justificar luego su privatización.
     Decía al principio de mi intervención que hoy soy un ferroviario más, porque como bien
decís –hoy más alto y claro que nunca- el tren ES DE TODOS. Una parte del mundo
ferroviario también es mía. Y yo formo parte de esta gran familia. Por eso los ciudadanos
como yo os agradecemos de verdad vuestra lucha, y os animamos a continuar en esta
línea. Para vosotros el tren es vuestro trabajo, y para nosotros es la manera de llegar al
nuestro. El tren es un patrimonio social de incalculable valor porque se dedica, os
dedicáis, a unir a las personas. Acercáis a las familias, a los amigos. El tren es parte
fundamental de nuestras vidas. Por eso tenemos que seguir cuidando de él, porque es
nuestro. Porque es de todos y de todas.
     Termino parafraseando a un tal Albert Einsten: “Acabemos de una vez con la única crisis
amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla”.
     Dicho esto, compañeros y compañeras, ¡¡ánimo y a luchar!!



                                                   Viñeta Solidaria de nuestro amigo y compañero CARLOS AZAGRA.


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